¡Hola a todos! Bienvenidos a Casos IPADE. Hoy tenemos un episodio que, la verdad, me emociona un montón. Vamos a hablar de la Fundación Dr. Sonrisas, que empezó con tres jóvenes y ahora tiene presencia en cinco países y más de mil cuatrocientos voluntarios. Es... bueno, es una locura pensar cómo algo tan pequeño puede crecer tanto, ¿no?Así es, María. Y lo que me parece fascinante es cómo una iniciativa local, casi de hospital, se convierte en una red continental. No es solo el número de voluntarios, sino el impacto real en comunidades de América Latina. La expansión no fue casualidad, sino resultado de una visión estratégica y, diría yo, de una motivación muy profunda por parte de estos jóvenes emprendedores sociales.Totalmente. Y justo eso me hace pensar... ¿qué lleva a alguien tan joven a dedicar su vida a una causa social? Recuerdo una historia de una voluntaria de Perú, que diseñó un juego especial para los niños hospitalizados. Era algo súper sencillo, pero logró que los niños se olvidaran, aunque fuera un ratito, de su enfermedad. Esas pequeñas acciones, no sé, me parecen súper poderosas.Coincido. Y, si me permites, creo que hay un componente de propósito que va más allá de la filantropía tradicional. Estos jóvenes no solo querían ayudar, sino transformar la experiencia de vida de los niños. Y eso, en términos de innovación social, es clave. Porque no basta con buena voluntad; hace falta estructura, visión y, sobre todo, la capacidad de inspirar a otros a sumarse.Sí, y también creo que el hecho de que sean jóvenes ayuda a conectar con nuevas ideas, ¿no? O sea, no tienen miedo de probar cosas diferentes. Y eso se nota en cómo han crecido en América Latina, adaptándose a cada comunidad. Bueno, a veces me pregunto si yo tendría ese valor, la verdad.No lo dudes, María. La innovación social muchas veces surge de la energía y la creatividad de quienes ven el mundo con otros ojos. Y Dr. Sonrisas es un ejemplo de cómo esa energía puede escalar y generar un impacto regional.Y hablando de escalar, Javier, el siguiente reto de la fundación es enorme: construir un parque temático en Morelos para beneficiar a tres mil familias al año. O sea, ¡tres mil! Es un proyecto brutal, pero también, bueno, súper caro. Estamos hablando de cincuenta y cuatro millones de pesos en tres años. ¿Cómo se financia algo así?Ese es el gran desafío, María. Conseguir ese financiamiento sin descuidar la operación actual de la fundación requiere una estrategia muy sólida. Aquí es donde entran las alianzas empresariales. Por ejemplo, Volaris ha sido un caso de éxito en recaudación, apoyando con donativos y visibilidad. Pero no basta con una sola empresa; se necesita diversificar y construir relaciones de largo plazo con varios actores.Claro, y ahí es donde entra el equilibrio entre innovación y sostenibilidad, ¿no? Porque puedes tener una idea increíble, pero si no hay recursos, pues... se queda en sueño. Y, bueno, también está el tema de mantener la filosofía de la fundación en todas las filiales. No sé, ¿cómo logran que no se pierda el sentido original?Es una pregunta fundamental. La clave está en profesionalizar la gestión y fortalecer la estructura organizacional. No solo se trata de recaudar fondos, sino de garantizar que cada filial mantenga la coherencia con la misión central. Y, por supuesto, la transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para atraer y retener patrocinadores.Me encanta eso, porque muchas veces pensamos que el sector social es solo corazón, pero aquí vemos que también es cabeza, ¿no? O sea, estrategia pura. Y, bueno, el parque temático es una apuesta arriesgada, pero si sale bien, puede cambiar la vida de miles de familias.Exactamente. Y, si me permites agregar, la innovación no debe estar reñida con la sostenibilidad. De hecho, la sostenibilidad es lo que permite que la innovación tenga impacto a largo plazo. Y en este caso, la profesionalización y las alianzas estratégicas son el camino para lograrlo.Y justo hablando de profesionalización, me parece súper interesante lo de la 'Universidad de las Sonrisas'. Es una capacitación formal para voluntarios y coordinadores, ¿no? Así garantizan calidad y coherencia en todas las ciudades. Además, cada filial rinde cuentas mensuales y está en contacto constante con la sede central. Eso, la verdad, es algo que muchas organizaciones sociales todavía no logran.Así es, María. La formación continua y el control de calidad son pilares para mantener el estándar en todas las filiales. Pero la sostenibilidad financiera también es crítica. Dr. Sonrisas se apoya en tres pilares: donativos domiciliados, eventos de recaudación y alianzas corporativas. Empresas como Volaris y Cinemex han sido fundamentales, pero el reto es escalar estos ingresos para sostener proyectos tan ambiciosos como la villa temática.Y ahí, el marketing digital ha sido clave. Yo he visto cómo campañas bien segmentadas han aumentado las donaciones recurrentes. No es magia, pero sí es estrategia. Y, bueno, la rendición de cuentas también ayuda a que la gente confíe y siga donando. A veces me da miedo sonar muy técnica, pero de verdad, los datos y la transparencia hacen toda la diferencia.No te preocupes, María, es fundamental hablar de estos temas. La profesionalización de la estructura y la rendición de cuentas son lo que permite que la organización crezca sin perder su esencia. Y, como bien dices, la tecnología y el marketing digital son aliados indispensables hoy en día.Bueno, creo que podríamos seguir horas, pero se nos acaba el tiempo. Me quedo con la idea de que la innovación social necesita tanto corazón como cabeza, y que la gestión profesional es clave para lograr un impacto real y sostenible.Así es, María. Y este caso de Dr. Sonrisas nos deja muchas lecciones para quienes buscan transformar el sector social. Gracias por compartir tus ideas y tu energía, como siempre.Gracias a ti, Javier, por tu análisis y tu calma, que siempre me aterriza. Y gracias a quienes nos escuchan. Nos vemos en el próximo episodio de Casos IPADE. ¡Hasta pronto!Hasta la próxima, María. Y gracias a todos por acompañarnos. Seguiremos explorando más casos inspiradores. Adiós.

Episodes

El reto de sonreír siempre